domingo, 26 de junio de 2011

El dilema del color

“Bienvenidos a todos a nuestra junta anual de colores, estamos aquí reunidos todos los colores para discutir acerca de nuestros matices” – Así comenzó hablando el color más sobrio de la noche que fungía el magno evento como moderador y maestro de ceremonias. Como ya es conocido cada año a unas cuantas horas del solsticio de primavera los colores realizan una junta anual donde debaten acerca de las próximas tonalidades de temporada y eligen a los protagonistas de la estación.

Se preguntarán cómo es que los colores toman ésta elección. Bueno debo decir que el método de selección es bastante sencillo, cada color expone el por qué debería de ser elegido y de manera burocrática se somete a votación la respuesta más original.

En el fondo de la sala se escuchaban murmullos, quejas y risas, ya se lograba a notar la desesperación de algunos colores por comenzar a hablar. Como era de esperarse Rojo estaba entre que enojado y entre que apasionado por ser el primero en decirles a todos por qué debía ser él, el protagonista de la primavera que sin pensarlo dos veces, guiado de costumbre por sus impulsos, interrumpió al moderador–

“Buenas noches a todos los colores aquí presentes, es un honor estar reunido con tan distinguidas tonalidades, quiero comenzar la reunión compartiéndoles todos mis deseos, desde los más sencillos hasta los más ardientes, mis amores intensos, soy el rojo pasión, vivo intensamente, doy calor, de mi nacen todas las emociones más grandes y explosivas. Soy tan buen color que debo ser tratado con precaución porque si no tienen cuidado puedo explotar y ser también el enojo más intenso cuál lava de un volcán. Ésta primavera merece ser intensa, ser cálida, ser fuego, ser pasión, es por eso que soy yo quien debe protagonizar ésta temporada.”

Negro nuestro moderador se quedó un tanto sorprendido y boquiabierto con la facilidad de rojo por interrumpir y abrir el evento tan impulsivamente, pero sin más preámbulos le cedió la palabra al color que podría balancear tremendo atrevimiento – “Azul dinos ¿porqué deberías ser tu el elegido? –

“Considero que la primavera siempre ha querido estar tranquila, es lo único que viene pidiendo desde toda su vida, yo puedo darle eso que necesita, soy el color más armonioso y ameno, el más profundo y estable, puedo darle esa paz y tranquilidad que me caracteriza, mi temple para tomar decisiones y lo zen con lo que en ocasiones veo las cosas. Es verdad que en ocasiones puedo llegar a ser muy frío e ensimismarme en mis pensamientos, pero es que en ocasiones me pierdo en mi profundidad, pero muchas de las cosas vienen de lo más profundo y privado de cada ser. Por eso creo que yo debería de representar a la primavera, éste año la primavera ya no es la misma”

“Eso es un muy buen punto, considero que ésta primavera debe ser diferente a las otras”. Comentó Negro.

“Yo también creo que la primavera debe ser diferente, yo soy la alegría y puedo darle ciertos placeres sencillos, también soy cálida y entusiasta, puedo ser muy enérgica y tener varios proyectos muy buenos en mente, soy joven y ésta primavera debe estar llena de mi”. Dijo Naranja.

"Pero no, la primavera lo que necesita es de mi Verde, de mi abundancia, fertilidad y experiencia, mi frescura y crecimiento. ¿Qué será de ella sin mi naturaleza?"

“A la primavera nunca la ha representado el Morado, creo que me deben de dar una oportunidad éste año, soy un color muy volátil, puedo ser elegancia, estabilidad y alegría. Sería la balanza entre la pasión del Rojo y el temple del Azul.”

“Todos están dando argumentos muy válidos ésta noche, me sorprende por mucho sus puntos de vista éste año, pero me llama la atención aquel que está sentado al fondo sin color.”

Blanco se encontraba en el fondo de la sala triste de haber perdido su color. Al escuchar que estaban hablando de él en la junta comenzó a sentir ansiedad. Finalmente su presencia fue notada por los presentes y al sentirse observado comenzó a hablar:

“Me siento muy triste de haber perdido mi color, ustedes son muy afortunados aún de tenerlo, cuídenlo y consérvenlo por que complementa muy bien con cada uno de ustedes y forma parte de lo que los caracteriza. Toda mi vida he luchado por conseguir algo, por tener algo, sin embargo aún me encuentro vacío. Éste año he perdido dos ilusiones muy grandes del color, la primera una ilusión roja de amor, la segunda una mezcla de verde y naranja que alguien desconocido se la llevo. A veces quisiera ser como Azul y tener su temple, mirar mi situación de una manera Zen, pero me gana mi ansiedad, a veces cuando quisiera enojarme, el Rojo no sale de mi y cuando quiero sonreír y estar feliz y contento, Amarillo está muy ocupado en hacer feliz al mundo y en su entusiasmo. No soy un color, no debería de estar en ésta reunión, soy la ausencia de…

Y junto cuando Blanco iba a completar su frase, se le cayó el espejo a Amarillo quien no dejaba de contemplar su belleza y al caer roto al suelo por inercia todos los colores fueron absorbidos por el espejo y fueron reflejados en Blanco, no había color sin embargo estaban todos juntos.

Negro recogió el espejo rápidamente y lo retiró de la sala, asombrados todos en la reunión, perplejos y desconcertados no dejaban de mirar a Blanco y no encontraban una explicación a lo que recientemente había ocurrido, siguieron discutiendo por largo tiempo y al llegar el solsticio de la primavera aún no tomaban una decisión por lo que Blanco aconsejó rápidamente que todos formaran parte y todos fueran el protagonista de la primavera, Negro sacó apresuradamente el espejo y en cuanto llego la primavera se reflejó un hermoso arcoíris y la intensidad de una luz blanca.

Una historia Especial

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos, cualidades y defectos de los seres humanos. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura como siempre tan loca, les propuso: “vamos a jugar a los escondidos”. La Intriga levanto la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse pregunto: “¿a los escondidos? ¿y cómo es eso?”

“Es un juego – explico la Locura – en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que yo encuentre ocupa mi lugar para continuar el juego”.

El Entusiasmo bailó secundado por la Euforia. La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la Duda e incluso a la Apatía a la que nunca le interesaba nada. Pero todos quisieron participar, la Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? sí al final siempre la hallaban, la Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba es que la idea no hubiera sido de ella) y la Cobardía prefirió no arriesgarse…

“Uno, dos, tres, cuatro…” comenzó a contar la Locura. La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre se dejo caer tras la primera piedra del camino, la Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Éxito que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad no alcanzaba a esconderse, pues cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si un lago cristalino ideal para la Belleza, que si la rendija de un árbol perfecta para la Timidez, que si el vuelo de la mariposa lo mejor para la Voluptuosidad, que si una ráfaga de viento magnifica para la Libertad, etc. Finalmente termino por ocultarse en un rayito de sol. El Egoísmo en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo y solo para él. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (mentira en realidad se escondió en el fondo detrás del arcoíris) y la Pasión y el Deseo en el fondo de los volcanes. El Olvido… ya se me olvido donde se escondió… pero eso no es lo importante.

Cuando la Locura contaba 999,999; el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores. “un millón” contó la Locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza a sólo tres pasos de una piedra. Después escucho a la Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología y a la Pasión y el Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido descubrió a la Envidia y claro, pudo deducir donde estaba el Éxito. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar la Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza y con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir todavía de qué lado esconderse. Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arcoíris (mentira sí ella estaba en el fondo del océano) y hasta el Olvido… al que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero sólo el Amor no aparecía por ningún sitio. La Locura busco detrás de cada árbol, dentro de cada riachuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal… tomo una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del Amor. La Locura no sabía que hacer para disculparse con el Amor, lloró, rogó, pidió perdón, imploró y hasta pidió ser su lazarillo.

Desde entonces, cuando por primera vez se jugó a los escondidos en la Tierra, el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.


Leticia Carranza

jueves, 14 de abril de 2011

Cómo decirle a una mujer enamorada

Cómo decirle a una mujer enamorada
que debe comenzar de nuevo,
cancelar su sueño compartido
y ya no pensar por dos, sino en uno.

Cómo decirle que el amor
en los espíritus pequeños se vuelve hábito;
la costumbre engaña
a los sentidos y a la razón.

Que generalmente nos aferramos al compañero,
sin darnos cuenta
de lo único que tiene valor
son los momentos compartidos.

Cómo decirle que un poco de desamor
fortalece el espíritu,
pues la soledad nos prepara
para valernos por nosotros mismos.

Que el fracaso
es mejor que el éxito,
quien nos enseña a vivir
con mayor intensidad.

Cómo decirle que amar
no es necesitar a alguien,
pues la dependencia
aniquila al espíritu.

Que el amor puede darse
entre dos seres independientes,
autosuficientes y autónomos.

Debe saber
que la forma más segura de no encontrarlo,
es buscarlo con desesperación.
Quien necesita amor
para alimentar su espíritu,
siempre será un juguete
en manos de un seductor.

Quisiera explicarle
que el auténtico amor
surge de manera inesperada, sin prisas,
y sólo con paciencia y disciplina
adquiere plenitud.

Quiero decirle
que el rencor envenena al espíritu
y destroza los recuerdos
Que mejor tome los momentos buenos
y olvide al compañero
que la casualidad puso a su lado.

En fin... Sólo quisiera decirle
que la vida no se detiene
y que siempre hay una nueva oportunidad,
para quien tiene mucho que dar...
y poca necesidad de recibir.

RHQ

martes, 1 de marzo de 2011

Elección de pareja

Nunca había estado en una relación tan seria como en la que estuve recientemente y como a muchos les sucede la primera relación no es la permanente, aún a pesar que podría llegar a creerse así. He hablado tanto del enamoramiento y lo he intelectualizado de tal manera que puedo hablar perfectamente sobre él como si fuese un antiguo amigo, pero poco tiempo le he dedicado a lo que verdaderamente es el amor, con esto no quiero empezar a tratar de definir algo indefinible ni a buscar alguna explicación, en éste escrito lo quiero identificar como un síndrome polimorfo, una sensación primitiva.

Estudios han comprobado que los hombres experimentan algo muy similar a los primates, el control del macho sobre la hembra con fines sexuales y de dominio y el uso del macho por parte de la propia hembra para su fecundación y protección, ¿Qué es lo que quieren las mujeres?, podría hacer un censo y con certeza todo se reduciría a protección, socialmente somos el sexo débil y buscamos una pareja que complemente esta parte, nuestra elección de pareja se fundamenta en el vínculo, aquellas partes del progenitor que fueron introyectadas en la infancia son luego proyectadas sobre el objeto elegido, es decir buscamos inconscientemente un compañero que se ajuste a nuestras necesidades de transferencia y que responda con una adecuada conducta de contratansferencia. (Dicks, 1967)

Tantas teorías nos hablan de qué es lo que conforma una relación, elementos fundamentales como la pasión, intimidad, compromiso, tolerancia, etc. Pero la sustancia de la pareja es el amor. Uno puede darse cuenta de cómo es estar enamorado, incluso reconocer cuando ha pasado la fase de enamoramiento, ese estado alterado de conciencia, pero un individuo no sabe por qué ama a su pareja, sabe que lo ama nada más, lo que me llama la atención y por eso escribo esto es el porqué uno puede enamorarse y desenamorarse cientos de veces en una misma relación, pero no puede amar y dejar de amar en la relación, cuando un miembro de la pareja deja de amar al otro, rara vez puede revertirse el proceso y reinstaurarse el amor, aún queriéndolo ambos.

Muchas personas eligen por compañero a alguien a quien consideran inferior porque los angustia la posibilidad de acceder al ser “superior” que en verdad preferirían, pero al que no se atreven a aspirar, esta es una elección de compromiso y la pareja peligra a menos que el individuo se acepte a sí mismo y a su compañero. Otros elegirán, quizás, a alguien que les parezca dotado de cualidades complementarias. Por ejemplo, una persona sexualmente tímida e inhibida elige a alguien que disfruta del sexo en forma abierta y sin inhibiciones, o se deja elegir por él. Según sea su interacción, el compañero tímido puede florecer sexualmente y aproximarse a su compañero, o bien angustiarse más acerca del goce erótico – impulsado por sus propias defensas o por el modo de ser del otro – y retraerse o criticar la franqueza sexual de su pareja (franqueza qué él deseaba y quizá todavía desea, pero cuyo disfrute no le es permitido); al criticarlo por sus experiencias sexuales anteriores, puede hacerle sentirse bestial. Por su parte, el otro tratará por un tiempo de vencer la angustia de su compañero y ganar su confianza, pero luego es posible que se sienta amenazado o irritado y reaccione con una agresión defensiva, o retrayéndose ofendido. Entonces se establece entre ambos una interacción de defensa que continuará, cuesta abajo o con altibajos, para mantener el grado de sexualidad “justo y correcto” que conserve la angustia del uno a un nivel aceptable (para él) que le permita funcionar moderadamente bien, y que retenga al otro apenas por debajo del nivel que lo impulsaría a buscar una relación extraconyugal. Por lo común, este compromiso es inestable, existiendo la posibilidad de que ambos reaccionen con gran angustia ante estímulos externos relativamente leves. (Sager, 1976)

Ésta elección es completamente inconsciente, la feniletilamina nos seduce y de repente se instala la sensación de amor. Algunos opinan que buscamos una pareja desde la carencia, uno busca lo que le falta para sentirse completo, sin embargo cuando uno descubre que lo que le falta es estar consigo mismo ya no necesita un completo incompleto, probablemente la elección de pareja este un tanto vinculada al ensayo y error y la siguiente sea mucho mejor.

lunes, 12 de julio de 2010

Factores de riesgo en el noviazgo

Para poder adentrarnos a este tema tenemos que partir de la premisa que un noviazgo es un vínculo afectivo que se establece entre dos personas que sienten cierta atracción por el otro, buscan compartir sentimientos, momentos y caricias con esa persona, como un beso, el tomarse de la mano, un abrazo, tener relaciones sexuales, entre otras cosas y para que exista un noviazgo preferentemente debe existir el enamoramiento, esa sensación de que tienes que estar con esa persona, que cuando lo vez sientes que no te falta nada más, que el mundo es perfecto tal cual, que lo que percibes es una constante de felicidad, claro puesto que dentro de nosotros las endorfinas se vuelven locas, este sentimiento mejor conocido como un estado alterado de conciencia gracias a la euforia que nos provocan los neurotransmisores (dopamina, norepinefrina) y la feniletilamina, entre otros., los cuales son los responsables de esa timidez, el sudor, las palpitaciones, la tartamudez o el mutismo selectivo, etc.

El noviazgo es esa oportunidad que te das para compartir tu mundo interior con el otro, para explorar nuevas experiencias y nuevas emociones, incluso para conocernos mejor, podemos experimentar sentimientos como el amor y el coraje, la ternura, el erotismo y los celos, tolerar y aceptar a alguien que tiene similitudes y diferencias.

Sin embargo este vínculo es el más inestable y frágil que existe, porque no siempre aprendemos cómo tolerar al otro y aceptar las diferencias, nuestras inseguridades se ponen a flor de piel, nuestros miedos aparecen y lo que conocemos como enamoramiento se puede volver nuestro peor enemigo, es por esto, que en ocasiones después del enamoramiento sigue una mutación distorsionada del amor o de lo que creemos que es amor, lo que aprendimos que era, ¿Cuántas veces hemos vivido engañados creyendo que amamos a alguien y lo único que hacemos es estar con alguien a quien no amamos y sólo es costumbre? ¿Por qué existen los celos patológicos en parejas que dicen amarse incontrolablemente? ¿Por qué seguimos agrediéndonos y diciendo al mismo tiempo “Te amo”? ¿Porqué lo que tenemos como ejemplos de amor son canciones con tono depresivo que abordan temas sobre la infelicidad de estar sin el otro y si el otro no está la vida no tiene sentido? Y esto es lo que naturalizamos y de alguna u otra manera entendemos como amor, un amor que se puede tornar agresivo, en donde se descalifica, se devalúa y no se toma en cuenta a la otra persona, no aceptamos que somos seres independientes y creemos que al ser pareja tenemos que pensar como uno mismo, se puede convertir en un juego de defensa y ataque, incluso de violencia no solo psicológica sino física.

Según la OMS cada 15 segundos una mujer es agredida y según datos de la ENDIREH 2006 el 60% de las mujeres encuestadas dijo haber sufrido algún tipo de violencia emocional, 25% se dijo víctima de violencia económica y el 23% acepto haber sufrido violencia física. El ciclo de la violencia es tan marcado en nuestra sociedad y tomando en cuenta que violencia es cualquier acto de agresión sea con el uso de la fuerza o con las palabras, podemos ser agresivos-pasivos y aún así ser violentos, el culpar al otro y responsabilizarlo de nuestros sentimientos, de nuestro enojo, impotencia, coraje, etc., tenemos que romper con este ciclo de violencia y responsabilizarnos de lo que sentimos, pero para lograr esto tenemos primero que aprender a reconocer nuestro enojo, nuestra impotencia, nuestro coraje o el sentimiento que estemos experimentando y ver qué pasa con nuestro cuerpo cuando sentimos eso, reconocernos como enojados o irritables y después de eso poder llegar al diálogo y no culpar al otro por lo que sentimos, no decir “por ti es que estoy así”, “si no hubieras hecho o dicho eso todo estaría tan bien, pero ya ves ya me hiciste enojar”, sino responsabilizarnos y poder decir si es el caso “en este momento me siento enojado por el modo en el que sucedieron las cosas”.

Existen tanto factores de salud como factores de riesgo para el fracaso en la pareja, las parejas son la base de todas las familias, por lo tanto hay que repensar qué tipo de familias queremos tener, ¿Queremos aquellas que aprendan el mismo ciclo de violencia o familias más asertivas?, hay que tomar en cuenta porqué se deciden unir dos personas y si es porque hay un embarazo, si son menores de edad, si alguno de los miembros se casa como medio para resolver problemas con su familia de origen, para olvidarse y alejarse de su familia, si la pareja se forma para superar la pérdida de otra relación, si viven o muy cerca o muy lejos de su familia de origen, si dependen emocional y/o financieramente de sus familias, si han vivido expuestos a modelos conflictivos, si tienen diferente raza, cultura o religión o si su nivel socioeconómico es muy desigual, si es por alguno de estos puntos tenemos que tener cuidado ya que esto debilita la relación sin embargo no es causal ni determinista del fracaso de la relación, lo que sí podemos hacer para fortalecerla es creando parejas no desde la carencia sino desde el auto amor, la ausencia del egoísmo y respeto, la comunicación, la versatilidad y la aceptación de la separatidad, sólo si tenemos estos 5 puntos como mínimo podremos hacer entonces parejas saludables y familias más funcionales.

miércoles, 7 de julio de 2010

No somos novios pero como si lo fuéramos

Al tomar un café esta noche me llamo la atención la nueva modalidad de las relaciones que se viven en esta época, donde las parejas se construyen desde la incertidumbre, ¿Somos o no somos pareja?, una respuesta sencilla sería responsabilizar al posmodernismo, a la rapidez de las cosas y la nueva era, sin embargo este fenómeno va más allá de eso, ¿a qué le tememos?, será que las relaciones pasadas nos han dejado tan lastimados que tratamos de hacerlo todo con calma o es una consecuencia del fast world, esa vida tan acelerada e incluso amenazadora que nos lleva a una regresión epocal en donde existe la creencia de querer esperar por una relación seria o estable sin embargo esto nos coloca en una ambigüedad en el estar o no en una relación, queremos tomarnos las cosas con calma pero no nos damos cuenta que los sentimientos siguen su propio ritmo y que estamos llevando un noviazgo aún sin ponerle un nombre.

Hablo de aquellas personas que conocen a alguien con quien se complementan de tal manera que les gusta estar con esa persona, que logran encontrar alguien con quien compartir intereses, gustos, afinidades, pasatiempos, etc., y que cuando tienen a esa persona enfrente aún teniendo esa atracción física y sexual e incluso teniendo relaciones coitales con esta persona, tienen miedo a formalizar la relación, por que ciertamente cuando entre dos personas hay convivencia y sentimientos por el bienestar del otro estamos hablando de una relación de pareja, Alvárez Gayu define el amor cuando a una persona le importa el bienestar de la otra persona. ¿Será que fuimos tan lastimados en el pasado que así como en las batallas tentamos terreno para ver si es seguro salir y caminar de nuevo? O ¿Será simplemente que tenemos que re-encontrarnos con nosotros mismos, re-descubrirnos y re-conocernos, saber quiénes somos para después respondernos si lo que tenemos enfrente es una parte complementaria que desearíamos tener? Y una vez sabiendo que es lo que somos y lo que queremos ¿Podremos empezar una relación saludable y sin miedos?

No es necesario tener que cumplir con el requisito de una relación anterior lastimosa, en muchas ocasiones ni siquiera es necesario haber tenido alguna relación previa, ya que contamos con la grandiosa escuela de la vida y la familia y tampoco es necesario haber tenido a ambos padres, incluso en eso aprendemos. No es casualidad que hijas de mujeres solteras se vuelvan más independientes de las hijas de madres abnegadas.

A lo largo de nuestra vida vamos aprendiendo en nuestra familia cómo se viven las relaciones de pareja y cuáles son los valores que nos damos a nosotros mismos. Aprendemos a ser quien cubra las necesidades del otro, de hacernos responsables por su bienestar, de sus sentimientos, pensamientos y acciones; nos adaptamos y cambiamos por la otra persona, sentimos ansiedad y preocupación por los problemas del otro y en consecuencia sentirnos con la necesidad casi obligación de ayudarlo, tratamos de complacer a otros en lugar de nosotros mismos, nos sentimos más seguros al dar sin embargo nos frustramos y molestamos por ser los únicos que damos, aprendemos a comprometernos demasiado y hacer culpable al otro por nuestro malestar y con el tiempo desarrollamos baja autoestima, dependencia, control y tendemos a ser débiles en los límites.

Ahora falta la contraparte, como dicen por ahí, para que haya un roto tiene que haber un descocido y para que exista alguien dispuesto a adaptarse al otro y no comprometerse en la relación debe existir el otro que no quiera comprometerse tal vez por el mismo miedo al compromiso, que finalmente se sintetiza a ese sinfín de inseguridades que fuimos aprehendiendo en nuestro camino.

¿Qué esperamos entonces para poder salir al campo de batalla y afrontar lo que venga sin miedos? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir tentando el terreno? ¿Qué esperamos para tomar una decisión y esclarecer la situación amorosa? ¿Será que primero tendremos que reencontrarnos a nosotros mismos y reconocer qué es lo que queremos y sentimos? ¿Qué harías tú?