martes, 1 de marzo de 2011

Elección de pareja

Nunca había estado en una relación tan seria como en la que estuve recientemente y como a muchos les sucede la primera relación no es la permanente, aún a pesar que podría llegar a creerse así. He hablado tanto del enamoramiento y lo he intelectualizado de tal manera que puedo hablar perfectamente sobre él como si fuese un antiguo amigo, pero poco tiempo le he dedicado a lo que verdaderamente es el amor, con esto no quiero empezar a tratar de definir algo indefinible ni a buscar alguna explicación, en éste escrito lo quiero identificar como un síndrome polimorfo, una sensación primitiva.

Estudios han comprobado que los hombres experimentan algo muy similar a los primates, el control del macho sobre la hembra con fines sexuales y de dominio y el uso del macho por parte de la propia hembra para su fecundación y protección, ¿Qué es lo que quieren las mujeres?, podría hacer un censo y con certeza todo se reduciría a protección, socialmente somos el sexo débil y buscamos una pareja que complemente esta parte, nuestra elección de pareja se fundamenta en el vínculo, aquellas partes del progenitor que fueron introyectadas en la infancia son luego proyectadas sobre el objeto elegido, es decir buscamos inconscientemente un compañero que se ajuste a nuestras necesidades de transferencia y que responda con una adecuada conducta de contratansferencia. (Dicks, 1967)

Tantas teorías nos hablan de qué es lo que conforma una relación, elementos fundamentales como la pasión, intimidad, compromiso, tolerancia, etc. Pero la sustancia de la pareja es el amor. Uno puede darse cuenta de cómo es estar enamorado, incluso reconocer cuando ha pasado la fase de enamoramiento, ese estado alterado de conciencia, pero un individuo no sabe por qué ama a su pareja, sabe que lo ama nada más, lo que me llama la atención y por eso escribo esto es el porqué uno puede enamorarse y desenamorarse cientos de veces en una misma relación, pero no puede amar y dejar de amar en la relación, cuando un miembro de la pareja deja de amar al otro, rara vez puede revertirse el proceso y reinstaurarse el amor, aún queriéndolo ambos.

Muchas personas eligen por compañero a alguien a quien consideran inferior porque los angustia la posibilidad de acceder al ser “superior” que en verdad preferirían, pero al que no se atreven a aspirar, esta es una elección de compromiso y la pareja peligra a menos que el individuo se acepte a sí mismo y a su compañero. Otros elegirán, quizás, a alguien que les parezca dotado de cualidades complementarias. Por ejemplo, una persona sexualmente tímida e inhibida elige a alguien que disfruta del sexo en forma abierta y sin inhibiciones, o se deja elegir por él. Según sea su interacción, el compañero tímido puede florecer sexualmente y aproximarse a su compañero, o bien angustiarse más acerca del goce erótico – impulsado por sus propias defensas o por el modo de ser del otro – y retraerse o criticar la franqueza sexual de su pareja (franqueza qué él deseaba y quizá todavía desea, pero cuyo disfrute no le es permitido); al criticarlo por sus experiencias sexuales anteriores, puede hacerle sentirse bestial. Por su parte, el otro tratará por un tiempo de vencer la angustia de su compañero y ganar su confianza, pero luego es posible que se sienta amenazado o irritado y reaccione con una agresión defensiva, o retrayéndose ofendido. Entonces se establece entre ambos una interacción de defensa que continuará, cuesta abajo o con altibajos, para mantener el grado de sexualidad “justo y correcto” que conserve la angustia del uno a un nivel aceptable (para él) que le permita funcionar moderadamente bien, y que retenga al otro apenas por debajo del nivel que lo impulsaría a buscar una relación extraconyugal. Por lo común, este compromiso es inestable, existiendo la posibilidad de que ambos reaccionen con gran angustia ante estímulos externos relativamente leves. (Sager, 1976)

Ésta elección es completamente inconsciente, la feniletilamina nos seduce y de repente se instala la sensación de amor. Algunos opinan que buscamos una pareja desde la carencia, uno busca lo que le falta para sentirse completo, sin embargo cuando uno descubre que lo que le falta es estar consigo mismo ya no necesita un completo incompleto, probablemente la elección de pareja este un tanto vinculada al ensayo y error y la siguiente sea mucho mejor.